Pensamos que la socialización, autonomía, madurez, la adquisición de hábitos, normas, experiencias, el aprendizaje significativo… en una palabra el desarrollo integral del niño o niña, han de ser pilares de nuestra propuesta curricular.

Hemos de proporcionarle una actividad integral que atienda al desarrollo armónico de la personalidad infantil, en un clima de convivencia que fomente la adquisición y el ejercicio de hábitos y valores de respeto, responsabilidad, solidaridad y ayuda mutua, para que puedan convivir pacíficamente y crear así relaciones sociales sólidas e incondicionales. En una palabra, mostrar las aptitudes más integras y positivas de las personas. Aprender a ser.